Por: Damián Laing.
Esta película definitivamente todos la tienen que conocer, es parte del bagaje cinematográfico a nivel mundial y seguramente la llegaron a ver un sin fin de veces en la televisión. Volver al Futuro, escrita y dirigida por Robert Zemeckis y estrenada en 1985, el 3 de julio exactamente.
Marty McFly es un adolescente que regresa en el tiempo 30 años y tiene que encontrar la manera de volver a su época en 1985; sin embargo la máquina del tiempo necesita de 1.21 giga watts para funcionar y por desgracia en 1955 no hay manera de generar tanta energía, a menos que la tomes de un rayo; afortunadamente Marty sí sabe dónde y en qué momento caerá uno, sin embargo, antes de irse, necesita corregir ciertos errores que causó al conocer a sus padres, y si no lo hace, dejará de existir.
Protagonizada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd, esta pieza maestra del cine no ha sido olvidada aun, pues en 2010, debido a su 25 aniversario, la cinta fue remasterizada y proyectada en cines exclusivos de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y México.
Cabe mencionar la particularidad de la Máquina del Tiempo, propiedad del Doctor Emmett Brown, es seguramente la más famosa de todos los tiempos, un De Lorean DMC-12 deportivo, que al alcanzar las 88 millas por hora, tiene la capacidad de viajar en el tiempo. Sin duda, muchos han soñado con tener este auto.
Creo que el trabajo de esta película es sorprendentemente bueno, bien estructurado, bien realizado, rico en lenguaje cinematográfico, con actuaciones sorprendentes, una narrativa excepcional y una banda sonora espectacular.
Además de que la audiencia, es decir, el inmenso público que ha visto esta película, ha respondido casi en su totalidad con mucha aceptación y buena crítica; en verdad es una película que le gusta a cualquier tipo de persona. Por lo que es digno de aplaudir el trabajo del director y de todos los miembros de esta cinta, por supuesto incluyendo el excelente elenco.
Una historia que considero exquisita, desde el inicio hasta el último minuto, pues te mantiene siempre al filo del asiento esperando qué pasará; inclusive después de tantas veces de verla, sigue acaparando la atención de todos sus espectadores.
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