Por:
Damián Laing
En esta
edición hablaremos del reconocido director Darren
Aronofsky, nacido en Brooklyn en 1969 y con un gran gusto por las películas
clásicas y el grafiti art; Darren decidió estudiar cine en la universidad de
Harvard, donde desarrolló su proyecto de tesis Supermarket Sweep, un
cortometraje con el cual ganó muchos premios.
Su primera película titulada Pi: El orden del caos, realizada en 1998;
narra la historia de un matemático obsesionado con la idea de que, a pesar de
todo el caos, hay un sistema numérico capaz de prever y controlar todo. Este
Thriller matemático en blanco y negro que costó 60 mil dólares, le dio a
Aronofsky el premio a mejor director en el festival de Sundance en el 98.
Pero fue en el 2000, con su segunda
película, la que causó más sensación en todo el mundo, Requiem por un sueño, basada en la novela de Hubert Selby Jr. Se
encargó de contar de una manera espectacular, las devastadoras consecuencias
que tienen las drogas en las personas.
Aclamada mundialmente, Requiem se
convirtió en un clásico de culto debido a las poderosas imágenes y la hipnótica
banda sonora liderada por la pieza que todos han escuchado, Lux Aeterna, creada
por el compositor Clint Mansell, con el que ha trabajado siempre el director. Además,
ganó varios premios, como la Espiga de Oro del Festival de Valladolid uno de
los principales festivales de cine de España.
En el 2006 con Hugh Jackman y Rachel Weisz
como protagonistas, crea su tercera
película, The Fountain, en español la fuente de la vida, una obra que a pesar
de ser muy criticada por algunos, personalmente considero extraordinaria por su
contenido gnóstico que engloba tanto el conocimiento científico, místico,
religioso y artístico, para hablar sobre la vida y la muerte a través de 3
historias, representando a su vez, el pasado, presente y futuro; cabe resaltar la
espectacular fotografía que no deja de sorprenderte minuto a minuto.
En 2008 crea la película The Wrestler, en español El Luchador, la
cual ganó el León de oro en el Festival de Venecia; la película narra el ocaso
de la vida profesional de un luchador retirado y antiguo campeón.
Una característica peculiar de sus
películas es el uso del Montaje hip-hop, como le llama Darren, que consiste en
mostrar imágenes en cámara rápida acompañadas de sonidos que representan
ciertas acciones como el uso de drogas. También suele usar el fundido a blancos
para hacer énfasis, rupturas en la historia o para finalizarlas.
Cabe resaltar la majestuosidad con la que
hace uso total de los recursos tanto auditivos como visuales, generando así,
obras muy completas y además envolventes. Constantemente hace uso de sonidos
que no aparecen en imagen, como el sonido del tren o el agua cayendo, también usa
instrumentos de cuerda acompañados con techno
beats electrónicos para su banda sonora.
Fotográficamente suele usar la Snorricam,
una cámara que va sujeta al cuerpo del
actor, y que permite así generar toma extraordinaria sin problemas de encuadre,
seguimiento al actor, sombras, etc.
Hay algunas peculiaridades del director,
como el hecho de que Mark Margolis es un actor frecuente con quien Aronofsky
suele trabajar, o que fue contemplado para dirigir la película Batman: Year One
de Frank Miller, junto con el cual co-escribiría el guion de la misma película.
También rechazó dirigir Batman Begins en el 2005.
Ha dirigido a cuatro actores nominados al
Oscar por mejor actuación en sus películas, Ellen Burstyn, nominada por su inolvidable
actuación en Requiem por un sueño; Mickey Rourke y Marisa Tomei en The Wrestler
y Natalie Portman en The Black Swan, la cual ganó el Oscar en el 2010. Además,
estas tres películas están entre el top 250 de IMDb.
En Marzo del 2011 se retiró de la
producción de la película The Wolverine
debido a que necesitaba estar demasiado tiempo lejos de su familia. Fue presidente
del jurado internacional en el festival de Venecia en 2011 y miembro del jurado
dramático en Sundance el mismo año.
También conoció personalmente al difunto
director de cine fantástico animado japonés Satoshi Kon, a quien escribió un mensaje
en el libro dedicado al mismo Satoshi, en el que se plasman los trabajos
animados del gran director que falleció en el 2011.
Como conclusión vale la pena decir que sus
personajes casi siempre tienen fuertes obsesiones que los orillan a la
autodestrucción, lo que hace las historias por demás interesantes.
Curiosamente, a pesar de demostrar su gran talento como director en cada una de
sus películas, Darren dice que el cine es apenas un arte, pues el 99% de su
trabajo es mera burocracia.
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