Por: Damián Laing.
Éste es un caso particular, pues Quentin Tarantino es uno de los pocos directores de la actualidad que se ha hecho fama por el marcado y peculiar estilo que refleja en sus películas. Inclusive en el ambiente cinematográfico se suele usar su nombre como referencia a alguna técnica o estilo representativo del director.
Originario de Knoxville, Tennessee; lugar al cual hace múltiples referencias en sus películas; durante un tiempo estudió actuación, también trabajó en un videoclub en el que vio muchas películas, fuente principal de su conocimiento, pues suele decir que “Él no fue a la escuela de cine, él fue al cine”.
Tarantino dice que al analizar las películas que más rentaban en el videoclub, logró concluir cosas importantes para escribir y dirigir sus películas. Reservoir Dogs, una película de muy bajo presupuesto, con pocos escenarios y gran cantidad de diálogos, logró ganar en el festival de Sundance y, a partir de ese momento, digamos que Tarantino se puso de moda.
Le compraron los dos guiones que había realizado con anterioridad: Natural Born Killers, dirigida por Oliver Stone y True Romance, dirigida por Tony Scott. Y no sólo eso, sino que le ofrecieron dirigir la película Speed y también la famosa Men in Black, pero el buen Quentin decidió rechazar las ofertas e ir a Ámsterdam a preparar el guión de su siguiente éxito: Pulp Fiction.
Pulp Fiction es una excelente película que ganó la palma de oro en el Festival de Cannes; contando una serie de historias que de formas muy poco comunes y extravagantes, se van hilando poco a poco, saltando constantemente en el tiempo, es decir, usando un montaje temporal discontinuo. Además de tener un amplio reparto de excelentes actores como John Travolta, Samuel L. Jackson, Uma Thurman, Tim Roth, Bruce Willis y varios más.
Después de eso hizo otras películas como Kill Bill y Death Proof, la primera de estas se encuentra dividida en dos cintas y se caracteriza por su alto contenido de violencia y su marcada influencia oriental; la segunda fue parte del proyecto “Greendhouse” en el que él y, su buen amigo, Robert Rodriguez participaron haciendo cada uno una película.
Hace pocos años creó Inglorious Basterds, en la que relata una serie de historias igualmente entretejidas que se desarrollan en la Francia ocupada por los Nazis. En poco tiempo saldrá su nueva película Django, que es un western donde narra la historia de un esclavo negro que se convierte en un caza recompensas para rescatar a su esposa.
Cabe resaltar una vez más que Tarantino es famoso por sus marcados y constantes estilos, como las secuencias en las que los personajes tienen conversaciones de lo más entretenidas, pero sin mucha importancia para la trama principal, aun así creo que enriquecen mucho a sus películas.
Mientras tanto esperaremos el estreno de Django.
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